“Por el COVID he desarrollado un TOC de contaminación”.
Toda prudencia es buena en esta pandemia. Pero debemos intentar no caer en un trastorno que nos hará sufrir más de lo necesario y no servirá para protegernos.
Algunas personas han desarrollado una hipocondría en esta pandemia. Pero quiero referirme a otro trastorno que estamos viendo en las consultas y es el TOC de contaminación.
Al principio de la pandemia, cuando todavía se sabía muy poco sobre el comportamiento del virus, se nos insistió mucho en que nos pusiéramos guantes, en que laváramos las superficies y los alimentos y en los productos desinfectantes. También veíamos como se desinfectaban las calles.
Seguimos lavándonos las manos, pero hemos relajado la limpieza de lo que adquirimos. Ya no se desinfectan las calles. Hemos aprendido que esto es un virus respiratorio, que se contagia por el aire, al respirar. También sabemos que si nos tocamos la nariz o la boca con las manos contaminadas podemos contagiarnos; por eso nos las lavamos o higienizamos.
Algunas personas sienten que el virus está en todas partes, incluso en una calle vacía y/o que pueden contagiarse si se rozan con algo, como si por rozar la ropa con una pared pudieran enfermar. También sienten que todo lo que tocan está contaminado, incluso dentro de su casa. Han desarrollado un TOC de contaminación. Estas personas viven obsesionadas, limpiando continuamente, lavándose de forma excesiva y, a veces, no saliendo de su casa para nada.
Algunos comportamientos irracionales y excesivos que pueden significar que estás desarrollando un TOC:
- A pesar de que todos se lavan las manos al entrar en casa, sientes que cualquier cosa que se toque se vuelve a contaminar. Puede ser un grifo, una jarra, un tirador etc. Puede que limpies sin parar, o que cojas un papel cada vez que tengas que tocar algo.
- Si tu ropa roza con algo en la calle te pones muy nervioso. No puedes sentarte en ningún sitio en el exterior, y si lo haces, estás muy incómodo porque no puedes apoyarte. Tienes la sensación de que a través de la ropa también puedes ser contagiado.
- Utilizas mucha lejía, tienes las manos destrozadas.
- Salir a la calle se convierte en una tortura por la cantidad de rituales que te obligas a realizar a la llegada a casa. Limpieza de suela de los zapatos, aunque los vayas a dejar a la entrada. Lavado de toda la ropa, ducha.
Estamos viviendo una etapa muy preocupante; estamos en una pandemia muy peligrosa; pero volvernos irracionales no nos servirá de nada. Hay que ser prudente, desde la racionalidad.
Lo básico para ser racionales:
- Esto es un virus respiratorio, se contagia cuando estás en contacto con una persona que esté infectada. Por eso es importante relacionarnos siempre con mascarilla, y mantener la distancia de seguridad.
- Nos contagiamos si tocamos algo que esté contaminado y a continuación nos tocamos la nariz y/o la boca; por eso debemos lavarnos las manos con frecuencia; y, por supuesto, cada vez que lleguemos a casa.
- Estar al aire libre en lugares que no estén muy llenos, es seguro.
Nuestra salud mental es importante, por eso debemos estar alerta si vemos que nos estamos obsesionando y estamos pensando constantemente en contaminación. Si además de la pandemia, sufrimos un trastorno obsesivo compulsivo, podemos padecer una ansiedad y un malestar tremendos; que en algunos casos -estamos viendo- llevan a la depresión.
Cuidado con los “rituales” anti contaminación:
- No hagas determinados rituales solo para quedarte tranquilo. Analiza si realmente son necesarios.
- Si ves que los rituales te están desbordando, piensa que, seguramente, te estás excediendo.
- Consulta con los expertos qué medidas son necesarias y cuáles no.
- Intenta mantenerte tranquilo, distráete, piensa en otras coas, hazlo por tu salud mental.
Si no consigues nada de lo anterior, busca ayuda de un profesional.