La vida es demasiado corta para esperar
Me encuentro continuamente con jóvenes en stand by. Cuando les pregunto qué quieren hacer o a qué aspiran, me dicen que ahora mismo están esperando “a qué esto cambie”.
Normalmente son personas jóvenes, personas que solo han conocido la España de los últimos veintitantos años y creen que la única forma de vivir es la que tuvimos en la década pasada. No saben cuánto van a tener que esperar, pero están convencidos de que todo cambiará y de que ellos, entonces, tendrán su oportunidad.
Cuando uno es muy joven no es consciente de lo corta que es la vida, de lo rápido que pasa el tiempo. Yo les digo que no creo que “esto cambie mucho” y que, probablemente, no volvamos a lo que ellos recuerdan como “normal”, que en realidad fue un periodo muy corto de nuestra historia, que este ha sido siempre un país más bien pobre, en vías de desarrollo, siempre en vías de desarrollo.
Independientemente de la responsabilidad que puedan tener los gobiernos – nacionales, autonómicos, europeos etc.-, los Blesa de turno y la macreconomía en general; uno se tiene que hacer, en todo momento, con los mandos de su vida a todos los niveles: afectivo, social, económico… y no desaprovechar ni un solo día. Esto es compatible con quejarse, manifestarse, hacer escraches o incluso quemar contenedores si es necesario… Pero esperar no, esperar nunca. No te van a devolver los veintitantos años, ni los trentaitantos…
Levantarte todos los días con algún propósito es lo más saludable. Os aseguro que la mayoría de las personas tienen más problemas los fines de semana que los días laborables, me refiero a los que tiene trabajo, claro.
Entiendo el desanimo de estos jóvenes que han dejado de buscar trabajo, que ya no saben qué cursillo hacer, que no se atreven a emprender nada. Pero si te planteas que solo existe el presente y no sabemos si habrá un futuro mejor, estarás en el punto de partida correcto. Entonces tendrás que decidir hacer algo, lo que sea… aquí o en otro sitio, correr riesgos si es necesario… pero esperar no, esperar ¿qué?