Los trastornos obsesivos suelen vivirse de forma angustiosa y solitaria porque son muy difíciles de explicar a los demás. Las ideas obsesivas se perciben, en muchos casos, como si vinieran desde fuera.
En el TOC – trastorno obsesivo-compulsivo- la obsesión provoca gran ansiedad y la forma de bajar el malestar consiste en realizar lo que llamamos compulsión. Hay compulsiones muy comunes, como las que tienen que ver con la higiene, p. ej. lavarse las manos continuamente; pero hay todo tipo de compulsiones, algunas absurdas, como tener que tocar muchas veces seguidas un objeto.
Hay algunas formas de TOC especialmente angustiosas, aquellas en las que la obsesión asusta a la persona haciéndole creer que puede hacer algo que no quiere hacer, algo peligroso o moralmente reprochable.
La terapia cognitivo-conductual ayuda a detectar las obsesiones y da herramientas para manejarlas. Hay técnicas muy concretas para dejar de realizar las compulsiones que tanto desgastan la vida de los que las padecen.