Blog: Moralidad de cintura para arriba

No me hagas sentir culpable

Todos conocemos a personas que pretenden siempre hacerte sentir culpable, culpable de todo lo negativo que te pasa. Les cuentes lo que les cuentes siempre te hacen sentir que tú tienes toda la responsabilidad. Te duele algo… porque no te cuidas. No tienes trabajo… porque no te esfuerzas en buscarlo. Tu hijo tiene problemas… porque tú no has sabido educarlo.

Lejos de mi intención que penséis que no podemos guiar nuestra vida, claro que podemos y debemos hacerlo. Pero sin culpa. No todo lo que nos ocurre tiene una única causa y, a veces, querer no es poder.

Vayamos al ejemplo del hijo con problemas. Ese es uno de los casos en que, masivamente, se culpabiliza a los padres. Por supuesto que estos tienen una gran responsabilidad y que de ellos depende, en parte, el comportamiento de sus hijos; pero intervienen otras muchas variables.

En el caso de los hijos únicos es cuando hay más ensañamiento y más culpa. Si el hijo no “funciona” bien, es que los padres se han equivocado. Cuando hay más de un hijo, se constata que, con el mismo trato y la misma educación, cada hijo se comporta de forma diferente. Eso hace que los padres se culpabilicen menos, “si los hemos educado a todos igual…”dicen; aunque siempre hay algún “listo” que opinará: “pero por ser el pequeño…”o  por ser el mayor…” o ”por ser el varón…”. Y es que cada hijo parte de una genética distinta; y, desde que nace, resulta que es tranquilo o intranquilo, ágil o sedentario, distraído o atento… y su forma de ser condiciona su forma de relacionarse, y su forma de relacionarse condiciona su biología y así se produce lo que podríamos llamar un círculo vicioso…  son tantas y tantas las variables que no podemos reducirlas a un: “se lo han permitido todo” que tan fácilmente oímos.

Otra incomprensión que se padece, con frecuencia, es la incapacidad de muchas personas para entender las limitaciones de otras. Esas que te dicen… “pero ¿por qué no llamas?”, “¿Por qué no vas? “.  Y ocurre que, lo que para unos es muy fácil, a otros se les hace un mundo. Hay quien disfruta relacionándose para conseguir hacer negocios, para darse a conocer e incluso para tener vida social; mientras que para otros eso se convierte en un reto que les crea una profunda ansiedad.

La mayoría de las personas no son conscientes de lo diferentes que somos unos seres humanos de otros; y eso sin entrar en diferencias culturales, religiosas, raciales etc.

Me parece bien que todo el mundo opine sobre el comportamiento humano, al fin y al cabo todos tenemos experiencia,  pero la mayor parte de las veces se llega a conclusiones muy reduccionistas: todo es cuestión de voluntad. Y si no lo consigues es tu culpa.

Llevo toda la vida trabajando en televisión y estoy acostumbrada a que ocurra lo mismo, como todo el mundo ve la televisión, todo el mundo opina sobre ella. A nadie se le ocurre opinar sobre el funcionamiento de una planta termosolar, por ejemplo.

El caso es que, volviendo al comportamiento, a veces hay que cambiar conductas que se resisten mucho, pensamientos que están muy arraigados, sentimientos que no controlamos.

Y, por todo lo que os acabo de decir, en ocasiones, es necesario pedir ayuda: a los amigos, a la familia y, a veces, a los profesionales. No he escrito esto solo para decir que a veces hay que acudir a terapia, pero también. (en el próximo artículo prometo no hablar de terapia)



Tu no tienes la culpa de tener ansiedad, estar depresivo o tener obsesiones…

La salud mental es como el resto de la salud, algo que «te toca» con mayor o menor suerte. Todos elogiamos a aquellos que …

¿Nos estamos volviendo una sociedad con déficit de atención, vamos hacia el TDAH global?

El déficit de atención, que tanto se diagnostica en niños, suele ir unido a la hiperactividad. El mecanismo es el siguiente: …

TOC de amores

Le llamamos TOC de amores. Es un TOC mental. Se da con mucha frecuencia y crea mucha confusión en la persona que lo sufre. …