Blog: Moralidad de cintura para arriba

Afrontar la injusticia.

La sensación de sentirse injustamente tratado es una de las circunstancias que más sufrimiento genera a las personas. Y la que más ira provoca.

Las situaciones de injusticia, son tan variadas que es imposible resumirlas. Van desde detalles pequeños e íntimos a situaciones sociales y universales.
“Me siento injustamente tratado por mi madre porque no reconoce mi esfuerzo, en cambio, a mi hermana la halaga continuamente”.
“Me parece injusto tener que aguantar a un jefe manipulador y mentiroso, que ocupa ese puesto por trepa y enchufado y encima me critica”.
“Me siento víctima de la injusticia social porque he nacido en una familia pobre y tuve que trabajar desde muy joven mientras los demás se divertían”.

¿Siempre que me siento injustamente tratado tengo razón? NO
No siempre tengo razón, a veces, soy demasiado susceptible o tengo una visión sesgada del tema, pero, otras veces, sí tengo razón. Porque convivimos continuamente con la injusticia.

¿Qué es la injusticia? Se define como la falta de justicia.
Si entendemos que la justicia es la búsqueda del bien común y del bienestar conjunto, la injusticia será entonces el beneficio de algunos en pos del perjuicio a otros.


¿Cómo podemos actuar respeto a la injusticia para no sucumbir, no sufrir en exceso, no sentir una ira insoportable?

1)  Tratar de entender por qué otros son injustos. Eso no significa que los disculpemos, pero nos ayudará a rebajar la intensidad de nuestro malestar. Por ejemplo:
 “Mi madre es injusta cuando me dice que no me esfuerzo, pero es injusta por ignorancia”.
“Mi jefe es injusto cuando me ningunea porque teme que le quite el puesto, es injusto por cobarde y egoísta”.

2) Si somos honestos, reconoceremos que alguna vez nosotros también somos injustos con los demás.

3) Si podemos hacer algo para mejorar una situación de injusticia lo haremos, pero siempre intentando ser inteligentes y no dejando que la ira nos ofusque.

4) Si optamos por ser personas justas hagámoslo con todas sus consecuencias. No esperemos que los demás sigan nuestro ejemplo, porque probablemente no lo harán. Ser congruente con nuestros valores es una opción valiente, pero hay que ser fuerte para mantenerse. Esta opción tiene que ver con el concepto del honor y se aprende en la familia, en el entorno social. Hay sociedades, como la japonesa, donde ese concepto es extremo y, al parecer, hay personas que prefieren morir a perder el honor, a no poder mantener su palabra. Nosotros vivimos en una sociedad “más relajada, más laxa”; esto tiene ventajas e inconvenientes, entre los inconvenientes… somos injustos con más facilidad.

Tu no tienes la culpa de tener ansiedad, estar depresivo o tener obsesiones…

La salud mental es como el resto de la salud, algo que «te toca» con mayor o menor suerte. Todos elogiamos a aquellos que …

¿Nos estamos volviendo una sociedad con déficit de atención, vamos hacia el TDAH global?

El déficit de atención, que tanto se diagnostica en niños, suele ir unido a la hiperactividad. El mecanismo es el siguiente: …

TOC de amores

Le llamamos TOC de amores. Es un TOC mental. Se da con mucha frecuencia y crea mucha confusión en la persona que lo sufre. …