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«El que no llora no mama»
En los casos muy extremos, estas personas no toman ninguna decisión sin consultar. En realidad no están consultando, están pidiendo permiso.
¿Por qué tanta gente sufre estos días navideños?
Creo que el problema es la rigidez de nuestra celebración, sobre todo alrededor de los días 24-25, y de la familia, y lo que tiene de excesivamente sentimental. Estaría bien que fuera modernizándose y relajándose. Que el que quisiera pudiera cambiar a la familia por un grupo de buenos amigos o por los vecinos… o que los regalos pudieran ser simbólicos si nuestra economía está resentida. Sobre todo, que le quitáramos esa gran carga de dramatismo, del que tanta culpa tienen la publicidad y los medios de comunicación: eso de «vuelve a casa vuelve» que tanto sufrimiento aporta. Vuelve si quieres o si no tómate un cava con los vecinos y no sufras.
Los emprendedores-autónomos necesitan una salud de hierro.
Como no puede ni dormir, ni levantarse de la cama, algún médico le dio muchas pastillas que no puede dejar, porque ya está enganchado.
Así que Evaristo, a trancas y barrancas, sale a trabajar intentando que no se le note lo nervioso que está. Pero se le nota. Y no se atreve a contar que está mal, en el mundo de los negocios eso no funciona. Así que cada vez le va peor – la pescadilla se muerde la cola – y él cada vez se siente peor.
Hay mucho que hacer contra la violencia machista
Algunas mujeres creen que con la fuerza de su “amor” van a poder cambiar a ese hombre “controlador” y posesivo que, cuando no consigue su objetivo, deja aflorar toda su agresividad y que al día siguiente, o incluso antes, se arrepiente y pide perdón; y vuelta a empezar.
La autoestima, nuestro bien más preciado.
Para salir adelante a pesar del gobierno.
Feminismo doméstico: de conciliación y custodia compartida.
consecuente, y hasta recalcitrante, me permito este humilde post en el que, en lugar de bronquear a los hombres por no facilitarnos la igualdad, me dirijo a nosotras.
En el mejor de los casos, se comparten tareas, pero no se cede el control. Y, digo bien, no se cede. Ciertamente nadie se pelea por tener el “honor” de tener que acordarse del calendario de vacunas, la fiesta infantil de disfraces, la compra de yogures, la ropa tendida… así que, si nosotras lo asumimos, pues, ¡ Ala !, nos lo quedamos para siempre. Y, lo peor, es que estemos convencidas de que, sin nuestro ímprobo esfuerzo, la familia sería un caos.
No creo que nadie dude de que los hombres también puedan hacer lo mismo. Cada uno a su manera, claro, no a la nuestra; en muchos casos poniendo menos interés que nosotras… puede ser, pero tampoco pasa nada; ellos no suelen obsesionarse por la limpieza o el orden, bueno… ¿y qué? no ponen multas por dejar la cocina sin recoger o la cama deshecha; y si el disfraz del niño es más cutre, ¿qué más da? Seguro que, si algo es importante, no lo olvidarán. He oído muchas veces a compañeras dando instrucciones precisas e incuestionables, sin dejar la posibilidad de que sus parejas hagan “a su manera” lo que seguro pueden y deben hacer. (repito que aquí no voy a hablar de la actitud de ellos, que es otra cuestión).
Cuando nos divorciamos, comprobamos que nuestros hijos siguen vivos… en manos de sus padres. Y esto me lleva a otro tema tal vez más polémico y, sin duda, más importante para todos. Me decía el otro día un amigo: “ahora los conservadores están a favor de la custodia compartida y los progresistas no…” él lo decía incrédulo y yo, sinceramente, tampoco lo entiendo.
El único motivo por el que puedo pensar que no se le debe dar la custodia compartida a algunos padres – hombres – es porque no se la merecen: no se han ocupado de sus hijos mientras vivían en pareja, mientras los niños eran pequeños. Eso es cierto, hay muchos casos así, probablemente la mayoría, pero aún así, aunque NO SE LO MEREZCAN creo que es mejor para todos compartir:
–Para los hijosporque no pierden a ninguno de los dos y porque en su esquema mental no quedará que la madre es alguien que cuida y el padre alguien que paga; sino que ambos cuidan y pagan, y así tal vez evolucionemos, por fin, hacia una sociedad igualitaria.
-Es mejor para nosotras que tendremos tiempo para desarrollar otras facetas, además de la maternal: la profesional con menos estrés, nuestras aficiones e, incluso, tendremos tiempo para los amigos y los amores. Además, nuestros hijos nos verán como personas completas.
-Y será mejor para los padres, que desarrollarán esas facetas de cuidado que, por supuesto, son capaces de hacer y que los convierten en seres humanos más completos y mejores. Tendrán la ocasión de comprobar cómo cuesta compatibilizar el trabajo y la familia y eso puede influir, incluso, en la mejora de los horarios laborales y en el aprovechamiento real del tiempo que pasamos todos -ellos y nosotras- en los lugares de trabajo.
Los malos no son más listos, solo son malos
Con la puta crisis, ya es el remate, algunos tienen «licencia para matar». Con lo difícil que es conseguir un trabajo, no podemos permitirnos el lujo de andarnos con chorraditas morales. ¡Sálvese quien pueda!
Pero no nos equivoquemos, el malo no es el “malote” (como dicen ahora los chavales) más o menos divertido e interesante. Es el que engaña, manipula, trepa, el egoísta, el insensible ante el sufrimiento del otro aunque sea el causante. Y, os aconsejo por vuestra propia salud mental, que no os creáis que son más listos: solo son malos.
No me hagas sentir culpable
Dejar de preocuparnos demasiado.
La mayoría de las personas que se preocupan demasiado desearían preocuparse menos. Pero, lo cierto es que, hay algunas …
Tu no tienes la culpa de tener ansiedad, estar depresivo o tener obsesiones…
La salud mental es como el resto de la salud, algo que «te toca» con mayor o menor suerte. Todos elogiamos a aquellos que …
¿Nos estamos volviendo una sociedad con déficit de atención, vamos hacia el TDAH global?
El déficit de atención, que tanto se diagnostica en niños, suele ir unido a la hiperactividad. El mecanismo es el siguiente: …